siempre amanece
'Oyoyoy' de cumpleaños
Yamal no puede gastar responsablemente porque es de extracción humilde y ascendencia marroquí (moro, con perdón)
Con dos neones
Sororidad
Como todos los pibes ahora se peinan igual, no sabes si te cruzas por la acera con un chaval que te va a sacar un machete o con Lamine Yamal. Yo no es que sea malo con las caras y que sepa poco de fútbol; ... es que a la estrella del balón la conocen de aquí a la China y hasta hace poco yo no sabía ni que existía. Asisto al rubor por su fiesta de 18 cumpleaños y desde esta buhardilla de Madrid en la que escribo la columna con más calor que en lo de Ábalos escucho los 'oyoyoyes' de indignación por la francachela del chaval. Que si iba vestido de gualdrapa, que si derrochaba los millones. Le echan en cara su estilo hortera personas que cruzan la Castellana con bañador y chancletas. Como la fiesta iba de gángsters, comieron una tarta con forma de pistola y de billetes –será por billetes–, y esto parece que resulta intolerable.
Va por ahí con el sofoco y pidiendo las sales por el cumpleaños de un futbolista un país que se tragó la amnistía de Sánchez, lo de la Sauna Adán y lo que te rondaré Cándido Conde-Pumpido, que no tiene un apellido, tiene la canción 'Chulo' de Bad Gyal: «Chulo, chulo/ Tiene cara que en la cama te da duro». Me dice Latorre que es la 'Morante' del trap y veo en los papeles que también estuvo en la fiesta con otras estrellas. Bad Gyal: otra con fama de aquí a la China y que yo no sabía ni que existía. Dicen del pobre Yamal que no sabe gestionar la fama. Esto se traduce en que no puede gastar responsablemente porque es de extracción humilde y ascendencia marroquí (moro, con perdón). Si se llamara Delso Cabeza de Vaca-Cabeza de vaca, viviera en El Viso y saliera en el 'Hola' su enlace con Puritita González de la Peña López de Carrizosa (apellido compuesto), nadie contaría cuántas botellas de 'Tetangé' se bebieron en su multitudinario enlace en la finca de Segovia que adornaron con flores del jardín del Edén. Pero, por efecto de cierto clasismo, el joven Lamine se apellida Yamal y no puede permitirse una farra en opinión de mi Españita aburrida, envidiosa de visillo, encolerizada porque ganan demasiado, porque gastan demasiado y por otros demasiados.
Mi parte preferida del escándalo por la fiesta es esa en la que contratan a unos animadores acondroplásicos –esto es enanos– para ambientar al personal. Me contaron de una fiesta que hubo en Madrid en la que servía tequila en la bañera una señora disfrazada de sirena y, en el 'hall', al lado de la escultura de yeso de una enana recibía a los invitados la propia enana en la que se había inspirado el escultor. Si a los enanos no les dejan salir en el bombero-torero, algo tendrán que hacer: no todos pueden ser fontaneros del PSOE.