Suscribete a
ABC Premium

19 de junio

El chiste de la natalidad

Las magras ayudas para incentivar la natalidad y evitar el 'invierno demográfico' son el argumento de la primera carta de hoy

Cartas al director

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Si quieres enviarnos tu carta: escríbenos a cartas@abc.es o lectores@abc.es. Indica tu nombre y dónde vives. ABC se reserva el derecho de extractar o reducir los textos.

Si quieres dirigirte a la Defensora del Lector de ABC, su mail es defensoradellector@abc.es y su Whatsapp: 639793483.

Soy padre de tres hijos y agradezco al INSS la carta recibida sobre mi futura pensión en 2026, donde descubro un «complemento por brecha de género» de 35,90 euros al mes por hijo. Tuve que leerlo dos veces, por si faltaba un cero.

Criar un hijo en España cuesta unos 180.000 euros durante sus primeros dieciséis años (guardería, alimentación, educación, Universidad…). Este hijo, ya adulto, contribuirá al Estado con unos 280.000 euros de media a lo largo de su vida laboral en impuestos y servicios. Y el reconocimiento a quienes asumimos ese esfuerzo es de 35,90 euros mensuales al jubilarse.

Junto a otras ayudas puntuales –como la deducción de 1.200 euros al año o el extinto 'cheque-bebé'–, esto confirma que criar a los futuros trabajadores de este país sigue siendo una gran inversión privada, pero con un altísimo retorno público.

En países como Francia, Alemania, Noruega o Suecia, las ayudas mensuales por hijo oscilan entre los 200 y los 400 euros, y comienzan desde el nacimiento. En España, en cambio, compensamos este esfuerzo con una 'propina tardía'.

Propongo revisar este modelo: priorizar las ayudas en los años iniciales de la crianza, cuando más se necesitan. Y, mientras tanto, transformar este complemento en la jubilación en un incentivo realista: ¿quinientos euros al mes por hijo sería inasumible para un país donde la natalidad ha caído un 25 por ciento en diez años? No se trata de regalar, sino de reequilibrar. Los 35 euros actuales de la pensión, más que un incentivo, es un mal chiste.

Eduardo Villanueva. Madrid

Socios y cómplices

El 31 de mayo de 2018, el PNV, tras haber mantenido silencio durante los días previos al debate de la moción de censura contra Rajoy, comunicó al PP su intención de votar a favor de la candidatura de Pedro Sánchez. Después de haber apoyado la aprobación de unos presupuestos que daban estabilidad a la legislatura de Rajoy explicaron las razones que llevaron a apoyar la moción de censura, por el caso Gürtel y la inadmisible ausencia de asunción de responsabilidades políticas por parte del Partido Popular.

Estamos en junio de 2025 ante uno de los casos más graves en España de corrupción sistémica, a través de dos secretarios de Organización del PSOE y con graves implicaciones dentro del Gobierno a través del Ministerio de Transportes, y a la espera de que haya posibles implicaciones autonómicas. Y ante todo esto, ¿qué hace el PNV? Aquel partido tan implacable en el pasado contra la corrupción, que hizo caer un Gobierno, y tan cauto, permisivo e inactivo ahora. ¿Por qué le interesa tanto al PNV mantener a Pedro Sánchez en un Gobierno moribundo envenenado por mordidas, concesiones de contratos ilegales, sobres en Ferraz o fontaneras contra la UCO? Se rasgan apasionadamente las vestiduras en ruedas de prensa lacrimógenas, pero se alegran de la debilidad insostenible de un Gobierno en cuidados paliativos.

Francisco Peña Ardid. Zaragoza

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación