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el burladero

¿Quién es este Gobierno para echar broncas?

La decisión de Ferrovial no se toma en diez días, se madura durante mucho tiempo

Carlos Herrera

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Un ciudadano es libre de vivir donde quiera, siempre que pueda hacer frente a las condiciones elementales que le exija un traslado. O la estancia. Yo soy libre de irme a vivir a la parte alta de Pedralbes… siempre que sea capaz de comprarme uno ... de los casoplones de la Avenida que corona el barrio. O lo soy de instalarme en las Tres Mil, siempre que me gusten las emociones fuertes. Quiero decir que puedo moverme tanto por España como por el resto de la Unión Europea, y de la misma manera puedo instalar un negocio en mi misma calle o ir a hacerlo a una barriada de Hamburgo en el caso de que sospeche que a esos alemanes les puede gustar lo que vendo. En la Unión, como sabemos, hay libertad de circulación. Y el alcalde de mi pueblo o la presidenta de mi Diputación no tienen nada que reprocharme en función de la decisión que tome, que será un asunto exclusivamente relacionado con mi responsabilidad. Podrán desearme suerte y expresar deseos de éxito, instándome a regresar cuando quiera. Lo que evidentemente no pueden hacer es abroncarme, porque yo con mi patrimonio y mi persona hago lo que creo más acorde a mis intereses y a la legislación vigente.

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