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sin punto y pelota

Viva la RAE, carajo

La guerra cultural es tan agotadora que es tentador tirar la toalla. Milei no lo ha hecho. Ha decidido dejar de gastar documentos oficiales en algo que no importa

Occidente menguante

El pantano de la burocracia

Berta González de Vega

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Nadie habla en lenguaje inclusivo. En el bar, en el supermercado, en el trabajo. Cero. Es algo que ha llegado con instrucciones de arriba a abajo, con informes de consultora de género, con políticos que se cansan al segundo párrafo de desdoblar el lenguaje en ... sus discursos, porque es insufrible. Pero sirve para señalar como machista al que no lo usa en un contexto institucional. Y acaba por señalar la enorme cobardía de una clase política que no quiere hablar como la calle para seguir las instrucciones de la Real Academia Española. Javier Milei, el presidente argentino, sí se ha atrevido y, desde esta semana, lo ha vetado en la Administración pública. Recorta el gasto económico y el despilfarro innecesario del lenguaje. Manda narices que ser valiente salga tan barato. He ahí el drama, tener a unos políticos acobardados por el miedo al señalamiento de unos 'lobbies' financiados con dinero público en muchos casos. Como para ir a una guerra con estos.

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