sin punto y pelota

Los dos 'tours' de La Manada

Mientras nos entretenemos con besos y tocamientos de culo, dejamos ir los debates más serios

La vuelta al cole en Campillos (6/9/2023)

Elogiemos a un valiente (31/8/23)

El colectivo Homo Velamine tiene –tenía– un sentido del humor peculiar y bien está. Que no todos nos vamos a tener que reír de lo que nos manden, ahora que tenemos la sensación de que nos vigilan los 'chats' privados. Se definen como ultrarracionalistas y, ... a lo largo de los años, hicieron acciones bastante cachondas y provocadoras con intención de resaltar contradicciones y dogmas, de detectar a los enfermos de ideología. Se pusieron unas camisetas del supuesto colectivo FEA –Feministas con Esperanza Aguirre– y fueron a ver a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, desplegaron una pancarta con la leyenda de Viva España Feminista en una gigantesca bandera nacional en Callao en una manifa del 8M y Anónimo García, uno de los miembros, acabó con la cara partida. No denunció agresión de género, ni nada.

Mientras nos entretenemos con besos y tocamientos de culo, con expresiones hormonadas de chavales en la Universidad de La Rioja, dejamos ir los debates más serios. Que fueron iniciados con un toque de humor ácido. Era julio, post-sanfermines, y los medios ardían con el caso de La Manada. Las televisiones tenían en Pamplona a enviados especiales que iban señalando el portal, el banco, el trayecto. Puro morbo. Entonces, ellos decidieron montar el Tour de La Manada, en diciembre ya, y no había que ser muy agudo para adivinar su intención de denunciar el circo. Era falso, claro, y la web del anuncio estuvo activa muy poco tiempo. Suficiente para que redes y medios se percataran, señalaran y lincharan. Por un anuncio de lo que habían hecho ellos. Sin comprobar qué había detrás. Replicando en un bucle de copia y pega la noticia indignada de que alguien se quería enriquecer con un 'tour' en el escenario de la violación más famosa de España. Como si no lo hicieran las teles con sus picos de audiencia con ese tema.

Al poco, la víctima denunció a Anónimo García, el ideólogo. El periplo judicial, pendiente de lo que diga el Constitucional de Conde Pumpido, acabó en 18 meses de condena, basándose en el artículo 173 del Código Penal para limitar la libertad de expresion. El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años. Los medios y la cobertura del caso no fueron un trato degradante, no.

La modificación del Código Penal auspiciada por el caso de La Manada ha resultado en una rebaja de condena de uno de los acusados. Eso tampoco debe de ser humillante ni degradante para la víctima. Qué ironía, ¿no? Para Tour de La Manada, el periplo de la ley del 'sólo sí es sí'.

Si quieren saber más de lo que nos estamos jugando con Anónimo García pueden leerse el libro de Juan Soto Ivars 'Nadie se va a reír'. La libertad de expresión es algo muy serio. Lo más. También andan recaudando fondos para sufragar su defensa. Es la nuestra. La de quienes estamos dispuestos a permitir opiniones que nos asquean. En 'chats' privados y en público. Y bromas pesadas y agudas. Para este caso, ni indulto, ni amnistía. Justicia y entendederas.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios