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LA TERCERA

El precio de la democracia

El fundamento de la democracia liberal es la filantropía. No es que mi libertad termine donde empieza la tuya, sino que mi libertad comprende el valor de la tuya

La Princesa en los Ejércitos y la Armada (30/3/23)

El sentimiento de lo sagrado (22/3/23)

NIETO

ARMANDO ZEROLO

Muchos se preguntan si la democracia liberal se ha olvidado de sí misma, o si el liberalismo ha perdido la capacidad de explicarla. Yo creo que no y que, muy al contrario, se está dando un proceso generacional de profundización en los principios liberales. Podría ... parecer que el armazón ideológico del iliberalismo es más sólido que los argumentos que salen en defensa de la política liberal. Mientras que los primeros dicen asentarse sobre principios morales, los segundos suelen parecer meramente formalistas, con un trasfondo relativista e individualista. Veamos si esto es así. Lo que decían los primeros liberales es que si una forma política, cualquiera que sea, no tiene un fundamento moral, pierde su legitimidad. A esto se refería Montesquieu cuando hablaba de 'El espíritu de las leyes'. Decía que no hay forma sin materia y que a cada forma política le correspondía una virtud propia. Es la misma preocupación que tenían los liberales clásicos, desde Adam Smith a Benjamin Constant, Alexis de Tocqueville, Jovellanos o Lord Acton. Los fundadores del liberalismo se tomaron muy en serio el problema moral de la política y previeron con lucidez la solución a la polarización social de nuestros días. De algún modo, todos ellos se adelantaron a la tentación absolutista que se podría producir en momentos como el nuestro.

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