en clave de tron
Reflexivo, sereno, humilde...
El Rey pidió algo revolucionario: Pararse a pensar tras una hecatombe
Se nos ha ido la pinza...
Javier Lambán
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Iniciar sesiónPues anda que no pidió casi nada el Rey Felipe, el pasado viernes, durante su visita a la comarca de Jarilla, al norte de Cáceres: «Hacer un balance reflexivo, sereno, humilde por parte de todos para ver cómo poder mejorar». La imagen (y los ... hechos) de los Reyes Felipe y Letizia durante esta semana en Castilla y León, Galicia y Extremadura es comparable con las visitas a Paiporta y los pueblos afectados por a dana. Incluso sostiene un mensaje político al nivel de aquel discurso ante el golpe independentista en Cataluña. Algo así como «Ya está bien. Que alguien eche el freno. Poneos a trabajar». A lo que yo me permito añadir: ¿Hay algún adulto en la sala? ¿Tan difícil es reflexionar con serenidad y ser humilde tras la catástrofe de los incendios forestales este verano?
Lo de reflexionar es complicado cuando la siguiente meta es el próximo telediario. La serenidad es una utopía mientras el 'leitmotiv' es que «nos conviene la tensión». La humildad es una entelequia cuando se dirige a un tipo obsesionado por su propia imagen, enfermo de un ego infinito y sin escrúpulo alguno. Al parecer, algo tan obvio como sacar conclusiones y actuar resulta misión imposible en esta España nuestra. En este Estado de las Autonomías que, a la hora de la verdad, se desborda por todos los flancos ya sea por incendios inauditos o por riadas de agua mal previstas.
No, no considero que vivamos en un Estado fallido. La conclusión sería tan exagerada como fácil. Nuestro problema es que el Estado, con mayúsculas, falla cuando más se le necesita, que no es lo mismo. Porque al paisano arruinado en Sanabria, en Verín, en Las Médulas o en el Valle del Jerte le dan lo mismo la distribución de competencias o el color del uniforme del bombero forestal. A esa campesina autónoma con su negocio tan abrasado como quebrado no le importa quién permita desbrozar el monte. Lo que ruega es que alguien lo haga.
En esta nuestra España la clave está en las próximas elecciones. Y siempre hay una cita electoral cerca ya sea en Castilla y León, en Andalucía, generales, locales o catalanas. Resulta imposible que alguien ponga las luces largas cuando solo importa el resultado de las siguientes urnas. Por eso de anticiparme a las noticias o al calendario judicial, deberían tener claro que ni las polémicas de los incendios, ni el politiqueo sobre las llamas, ni el caos en las competencias y las emergencias van a tapar el hedor del estercolero. Como el fuego tampoco tapará la ristra de humillaciones ante los socios. Y el Rey concluyó: «Es verdad que siempre se dice que los planes sirven hasta que nos desbordan. Si esto es así, hay que analizarlo entre todos los organismos y administraciones implicados ya sea en lo normativo, en la labor directa sobre el terreno o en la prevención».
P. D.: ¿Qué hubiera ocurrido si Sánchez y Feijóo hubieran visitado juntos uno de los puestos de mando? Ya sé que planteo una estupidez, que estamos en España y que dentro de unos meses tocan no sé qué elecciones. Pero por ilusiones, que no quede.
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