Pobres víctimas de la 'fachosfera'

Pobre gente. Con esos currículum académicos impecables, con esas experiencias arriesgadas y exitosas como autónomos, emprendedores y empresarios. Con esa ejemplaridad pública de todos ellos y en estas que aparecemos las bestias hediondas de la derecha y ultraderecha para arruinarles el prestigio. Solo de pensar en ellos se me caen unos lagrimones que ni 'pa' qué'.

Así, a bote pronto, se me ocurre una lista de pobres víctimas cuyo honor ya es irreparable: Carles Puigdemont, su abogaducho, los indultados del 'procés' y los cientos de vagos y macarras de Tsunami Democràtic; los espías de Putin que trataron a Puigdemont como un tonto útil (y este les creyó).

Ábalos («no tengo a naaaadie»), Koldo (socialista ejemplar) y los seudoempresarios con los que compartían chanchullos, negocietes, juergas, viajes, comisiones, emails y jovencitas. Y qué decir del Tito Berni y esa estampa en gallumbos entre prostitutas de todo un diputado progresista, reformista y feminista.

O la familia más cercana. Esa Begoña dando lecciones (pagadas, obviamente) de cómo conseguir subvenciones y fondos públicos siendo esposa del presidente del Gobierno. Y ese hermano artista que se empadrona en Portugal y dicen sus jefes que teletrabaja siendo director de orquesta.

Y me quedan las víctimas imborrables de los ERE de Andalucía. Donde sólo repartieron para comprar votos cerca de 700 millones de euros (que se sepan). Esos presidentes Chaves y Griñán, esos consejeros como Magdalena «ministra malagueña», y esos directores generales que se tiraron diez años sobre un sistema nauseabundo pero que no se enteraron de nada mientras se lo gastaban en fiestas, droga, jubilaciones falsas, clubes de carretera. Todo muy de izquierdas.

Pero hay más: como ese fiscal general (inasequible al desprestigio) al que cada día que pasa se le pone más cara de Tezanos; el propio presidente del CIS (sin límite para el ridículo) o el presidente del Tribunal Constitucional (me pregunto si es consciente de lo que han aprobado sobre el aborto y si tiene alguna nieta de 16 años).

PD: Y me quedan el asesino de niñas en la casa cuartel de Zaragoza, Fiti, y los otros etarras agraciados con permisos por el Gobierno vasco (PNV-PSE). Miles de años de condena y, sin embargo, en tercer grado tras cumplir veintitantos de prisión solo. Sin arrepentimiento ni perdón.

Todos ellos víctimas de la 'fachosfera'.