Cultura de Defensa

1.- En España mantenemos unos absurdos complejos postfranquistas, cuando hace más tiempo que murió Franco que el tiempo que Franco estuvo en el poder. Seamos sinceros: una parte muy importante de la sociedad española, incluidos los medios de comunicación, sostiene que ser militar es sinónimo de ser «facha». Grave error.

2.- ¿Qué país de toda Europa es el que menos dinero ha aportado a Ucrania en función de su PIB? Exacto: España. 'The Economist' publica un informe titulado 'La distancia genera indiferencia'. Fuentes de Eurostat e Instituto Kiel. Entre 2022 y 2024, los países que más han apoyado a Ucrania son Dinamarca, Estonia, Lituania y Letonia, con un 0,8 por ciento. Después, Finlandia, Suecia, Noruega y Polonia. Ya lejos, con la mitad, con el 0,3 y 0,4 de su PIB se encuentran Holanda, Reino Unido y Alemania. En los penúltimos lugares, con menos del 0,2 por ciento aparecen Francia e Italia. Y el último de la lista: España. Y es que, en efecto, el interés y el miedo se relajan según te desplazas de este a oeste y te alejas de la frontera de Rusia.

3.- La asignatura Cultura de la Defensa no sólo se debe instruir en las Academias Generales o en el Ceseden. Es cuestión de Educación y colaboración cívico-militar desde siempre: Historia, Geografía, Economía, Política, Unión Europea, Constitución Española...

4.- La Seguridad y la Libertad no son gratis. Ni muchísimo menos.

5.- Más allá del histrionismo y la sobreactuación de Trump, hay algo en lo que tiene toda la razón: los países miembros de la UE no creemos en nuestra Defensa. Nos hemos acostumbrado a que otro ponga los muertos y el dinero. Y Putin lo sabe.

A modo de conclusión: el concepto a desarrollar (y más nos vale que lo hagamos pronto) es la «guerra híbrida». A saber, invasión y guerra convencional (Ucrania), ataques tecnológicos e informáticos (piratería), desestabilización política (África, Brexit, 'procés'...), manipulación social ('fake news') y descontrol de la opinión pública (inmigración masiva, delincuencia...).

P. D. A la fuerza ahorcan. Europa está (estamos) ante la gran oportunidad. Y no seamos cínicos. Muchos abracitos, mucho gesto y caritas de pena pero, en efecto, la distancia de Ucrania genera indiferencia. España es el país europeo que con menos porcentaje de PIB ha ayudado a Ucrania con un mísero 0,1 por ciento. Porque no somos conscientes.