Comienza el espectáculo

El martes tomaron posesión en una pasarela tan hortera como impostada. A la vez, el Tribunal Supremo concluye «desviación de poder» en el ascenso de Dolores Delgado y anula su nombramiento como fiscal de sala. En respuesta, el Gobierno ratifica al fiscal general del Estado hasta 2027.

El miércoles, el portavoz de Junts en el Senado, Josep Lluis Cleries, suelta por esa boquita en TVE que el mediador internacional lleva trabajando meses y que ya metió mano en el acuerdo firmado entre los de Puigdemont y los de Sánchez.

El jueves, Pedro Sánchez aterriza en Tel Aviv y empieza a liarla parla. Se creyó que estaba en un mitin en Dos Hermanas (con María Jesús Montero aplaudiendo como loca) o jugando a la petanca en Móstoles (con figurantes afiliados al PSOE) y resulta que estaba en Israel en plena guerra con Hamás.

Y llegamos al viernes, cuando Sánchez insiste en que el mediador es una idea estupenda. Lo que no contó es que nos coloca al nivel de Sudán, Mozambique, El Salvador, Indonesia o las FARC y el ELN en Colombia. Al tiempo, nos enteramos de que el fiscal pide entre 8 y 27 años de cárcel (por terrorismo) para los mismos CDR que Sánchez y Puigdemont amnistían con su ley.

Y en estas que reaparece Óscar Puente, flamante ministro de Transportes (y no sé qué más) y suelta la gran sandez del sainete hasta el momento. Tras justificar que la ley de amnistía no se habría acordado de no ser por la necesidad de los siete votos para gobernar, dijo: «¿Usted se hubiera casado si no se hubiera quedado embarazada su mujer? Pues a lo mejor en este momento no, pero nos queremos mucho y seguramente dentro de seis meses nos hubiéramos casado también».

Lo juro. Lo dijo tal cual. No es un montaje de Inteligencia Artificial.

PD: Y la guinda del pastel o, mejor dicho, la moraleja del esperpento: Sumar se querella contra el CGPJ por «incendiar» España con su declaración contra la amnistía. Los de Yolanda Díaz interponen una querella en el Tribunal Supremo contra el presidente del CGPJ, Vicente Guilarte, y los vocales conservadores. Conviene recordar que miembros de Sumar se sientan en un cuarto del Consejo de Ministros. O sea, que una buena parte del Gobierno de España se querella contra el órgano de gobierno de los jueces.