Suscribete a
ABC Premium

bala perdida

Tiquitaca y juzgado

Necesitamos peritos para la escena de Rubiales y no existe lo que existe entre Mapi y Daniela

Generación del tatuaje

Hay señoritas

Ángel Antonio Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las chavalas del fútbol es que no paran. Mientras Jenni Hermoso detalla, ante el juez, el trance amargo del piquito de Rubiales, Mapi León va y le arrima una mano de marcaje a Daniela Caracas, ahí «donde más pecado hubiera», que escribió el clásico. Igual ... tanta algarabía se vuelve insoportable. Quiero decir que lo de Rubiales es un arrebato, más punible o menos, y lo de Mapi pues también, si somos serios, sólo que Mapi, y su equipo, el Barca, ya se acorazan con un comunicado donde niegan la evidencia: no hubo tocamiento. Con aplicar el VAR, en ambos casos, íbamos resueltos. Pero no. Resulta que somos unos campeones absolutos de la ceguera, porque necesitamos peritos para la escena de Rubiales y no existe lo que existe entre Mapi y Daniela. Está todo clarísimo en YouTube, pero qué más da. Vamos a cumplir más de una semana para dirimir si hubo o no hubo consentimiento en lo de Rubiales, y vamos a ver cuánto tiempo cumplimos hasta que el tiquitaca entre Mapi y Daniela llegue a un juzgado, si es que llega. A mí ambos casos, el de Rubiales y el de León, me parecen dos lamentables episodios tirando a tristísimos de lo que puede pasar en el fútbol y sus órbitas, porque en el fútbol no sólo se juega al fútbol. Escribo lamentables porque todos deseamos que estas cosas no ocurran, y escribo tristísimos porque deviene agotador que a estas alturas del siglo le pongamos mucho enredo de definición a cosas que han sido filmadas. Quién, en el beso, termina el beso. La frase es de un poeta, y yo creo que ajusta muy bien el caso de Rubiales, porque el beso lo termina él, y quien termina un beso es quien en el beso manda. A eso mismo ha recurrido Jenni, sin leer a ningún poeta, insistiendo en que el beso fue, en rigor, el beso de su jefe. Razón lleva. Y eso también está en los vídeos que va viendo toda España, a diario. En cuanto a lo de Mapi, pues nada: quedará sin más en la hemeroteca de exotismos del deporte, junto a Míchel tocándole un poco los huevos a Valderrama.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia