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bala perdida

Penélope de Alcobendas

No me gusta la práctica del odio al talento, porque quien admira se hace mejor

El cocoloco de Trump

La política sexual

Ángel Antonio Herrera

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Penélope Cruz es el triunfo con el pelo suelto, que es como decir que reúne muchas novedades en una. La última, que va de musa en el escenario de los Oscar, lo que supone ganar uno de estos premios, pero de otra manera. Penélope ... no para de darnos disgustos. Hasta tiene la insignia de Caballero de las Artes y las Letras, entregada en Francia. Le hice la primera entrevista, siendo ella adolescente, y desde entonces le tengo ley fija y devoción violenta. Cuando yo la frecuentaba, antañazo, venía siempre reatareada de carpetas, guiones, apuntes y más artesanías del bachillerato de sí misma, que era más o menos lo que estudiaba. Era como quedar con tres estudiantes en una. Va equivocado algún gentío, ya, en el empeño de ver a Penélope de protagonista de portada, porque por encima o por debajo de estos carteles de la fama navega su carrera de actriz, con resplandor irreversible. No es fácil salir del barrio madrileño, como ella, con sólo un hatillo de ilusión, y acabar posando pronto, con naturalidad soleada, junto a Bob Dylan, o acabar metida en la cama con Charlize Theron, aunque sea por exigencias de guión, y aún mejor si es así. No me gusta la práctica del odio al talento, porque quien admira se hace mejor, pero yo aprecio aún un odio o un rencor entornado a Penélope, que ha empleado su vida aún en hacer una carrera, y no en fingirla, que es lo que hacen otros u otras. Aquí, a menudo, los malvados, que son también malvadas, han querido abreviarla en Pe, con recurso fácil de chismosos, pero Pe es Penélope Cruz, el nombre de la chica de Alcobendas que posaba con un Oscar propio, entre Kate Winslet y Sean Penn, para la foto histórica y planetaria del momento. Almodóvar ha descubierto en ella una novia para toda la vida, y ella en Pedro tiene a un consorte otro, más allá o más acá de Bardem. Tiene hoy el Oscar de dar un Oscar. Hace tiempo que luce medalla de estrella. Como que aúpa su cotización con cambiar de peluquero.

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