Suscribete a
ABC Premium

bala perdida

Alquiler y felicidad

La creatividad necesita alquileres baratos para la invención y memoria

La madre de Lamine

Dua Lipa, la astronauta del sexipop

Ángel Antonio Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ha dicho por ahí Guy Trebay, que es un Gay Talese de otros excesos, que la creatividad necesita alquileres baratos. Trebay, autor ilustre, y también ilustrado, de mucha crónica de alta sociedad, en Nueva York, durante las últimas décadas, da así un diagnóstico de la adversa vida de la juventud en curso, si la juventud busca prosperar en una vocación artística. ... Y también vocación de otros signos, añadiríamos. La invención pide memoria, y difícilmente veo yo memoria si sólo tienes un mal cuartito de estudiante al año, o al trimestre, con lo que eres un nómada de ti mismo que no puede guardar recuerdo de donde estuvo, porque no estuvo en ningún sitio, si nos ponemos serios. Hace falta un sostenido domicilio laboral para practicar desde él la huida, según el rato, o bien para cuidar una guarida sostenida y completa que ayude a la domiciliación de la vida interior, que es la que importa, para el desempeño artístico. No me extraña el dato que he leído por ahí, denunciando que una gran mayoría de los chavales o chavalas de veinte años no son felices. Algo ayuda a esa desdicha, venial o no, que el panorama no ofrece sitio a un joven, con lo que el futuro se abre como una intemperie viajera porque difícilmente va a preparar un pasado en condiciones. No se puede ser infeliz bajo una palmera, cantaba un poeta bohemio, y Borges nos advirtió que el hombre tiene la obligación de la felicidad. Los tiempos están poniendo un corazón digital en el nuevo gentío, y el nuevo gentío se ha domiciliado en Instagram, pero necesita más bien un domicilio de faena de la imaginación, con su código postal y todo. De manera que la crisis inmobiliaria nos está privando de artistas y de otros cuerdos de atar, porque crecerán dando tumbos de inquilinos, y así cuesta hacer una vida que haga obra. La escritura, por ejemplo, es lujuria de pobres, pero también el pobre necesita un recodo donde ponerse a pensar en endecasílabos. La poesía, entre otras cosas, depende ahora del Ministerio de Vivienda.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia