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cabeza fría

¿Hasta dónde llegará Feijóo con Sánchez?

Génova debe decidir si solo quiere la foto del líder socialista en la comisión de investigación o si aspira a algo más

A ERC se le agota el cuento de Pegasus

El peligro no es Begoña, es Podemos

Ana Sánchez

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Aestas alturas, es de suponer que Alberto Núñez Feijóo ya le ha tomado la medida a Pedro Sánchez y conoce su desprecio por las instituciones. A estas alturas, debe de saber, por tanto, que el jefe del Gobierno no va a responder a las preguntas ... que le haga la comisión de investigación del Senado. El socialista no contestó al juez Peinado y no responde al líder de la oposición en el Congreso, como para pensar que va a cambiar de actitud y ponerse a rendir cuentas ante un grupo de senadores. Además, ¿por qué iba a hacerlo? Comparecer ante una comisión de investigación ha mutado a hacer acto de presencia, soltar un discurso de autodefensa y entrar en modo silencio hasta que acaba la sesión. Desde hace tiempo se tolera absurdamente que la obligación de comparecer –artículo 76 de la Constitución– se interprete como un deber de asistencia y no como un deber de colaboración. Las comisiones de investigación se han frivolizado tanto que el objetivo parece haberse reducido a conseguir la foto del personaje sentado en el sillón de los comparecientes con rictus por escuchar una cascada de preguntas incómodas mientras los interrogadores intentan lucirse ante las cámaras. Desde el punto de visto de la averiguación, su razón de ser, se han vuelto bastante inútiles.

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