el batallón
El padre de Hunter y el marido de Begoña
No sé por qué tanto revuelo con el indulto de Biden a su hijo si aquí Sánchez no solo hizo lo mismo con los golpistas sino que los amnistió
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Aldama canta el Gordo
Fue como si el viejo Sleepy Joe se estuviera cobrando venganza ante la aristocracia pijo-progre del partido (los Obama, los Clinton y resto de las élites pitucas) por apearle de la candidatura al Despacho Oval antes del verano. Lo tienen merecido. Algo de justicia ... poética esconde está revancha de Joe Biden, apartado humillantemente por los demócratas de la carrera electoral cuando ya había comenzado, como quien se deshace de un vejestorio dormilón mandándole al asilo; pero daba la casualidad de que en este caso ese vetusto cachivache político era presidente en ejercicio de la primera potencia del mundo y siempre el peso de la púrpura otorga cierto dominio de la estrategia. Se está poniendo las botas el viejo Sleepy Joe, cuyas risotadas han hecho tambalearse los cimientos de South Capitol en Washington (el Ferraz del Partido Demócrata) después de que Biden haya decretado un indulto «total e incondicional» a su hijo Hunter, acusado de posesión ilegal de armas y fraude fiscal, cargos con los que si venían mal dadas en el banquillo podía haber dado con sus huesos en la trena. Como la venganza es un plato que se sirve frío, el viejo Sleepy Joe ha esperado pacientemente al sepelio político de Kamala para dar la última palada de tierra a los demócratas, que con el indulto quedan como unos tramposos nepotistas, casta entre las castas, que se hacen de vientre en la Justicia cuando les conviene, un 'lawfare' de manual que los deja a la altura ética de aquel trumpista disfrazado de bisonte en la toma del Capitolio.
Bien mirado, qué es lo distinto que ha hecho Biden con su hijo respecto a lo que hizo Sánchez aquí con los golpistas del 'procés', que sin duda forman parte de su nueva familia política, parientes díscolos y revoltosos, como Hunter, indultados porque sí, sólo porque a él le venía bien, en contra del criterio del tribunal sentenciador y de la opinión de la gran mayoría de los ciudadanos que, indignados por el apestoso trile, aún creen en la separación de poderes y el cabal funcionamiento del Estado de derecho donde la ley es igual para todos.
No contento con ello, y una vez que tomó carrerilla en el descuartizamiento de la mínima ética política, incluso los amnistió cuando comprobó que le era necesario para permanecer en La Moncloa. Al fin y al cabo, el viejo Sleepy Joe no ha deshecho el Código Penal estadounidense eliminando los delitos de posesión ilegal de armas y fraude fiscal cuando Hunter fue cazado. Aquí sí, aquí Sánchez ha hecho desaparecer de la legislación el delito de sedición por el que fueron condenados los golpistas del 1-O, no se les vaya a ocurrir repetir la asonada tal y como, por cierto, han prometido. Aquí incluso se ha desfigurado el delito de malversación, equiparándolo al robo de una gallina, para aliviar el horizonte penal de sus socios.
En fin, que no hay diferencia alguna entre lo que ha hecho el padre de Hunter allí y lo que aquí hizo con los golpistas el marido de Begoña, la de los 40 euros, y el exmentor de Ábalos, el de los 400.000 (según Aldama, claro).
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