LQDS

Dinamitado el partido con la desempoderación de todos sus órganos de dirección, donde los secretarios de área en la práctica pintan casi lo mismo que los ordenanzas de Ferraz, canceladas todas las voces socialistas más o menos críticas y hechos añicos todos los jarrones chinos (donde sólo se salva el zascandil de Zapatero), ahora mismo el PSOE es LQDS, siglas de Lo Que Diga Sánchez. Que hay que fichar al humorista Broncano para hacer frente al 'facha' de Pablo Motos ofreciéndole a él (y al simpaticote de Buenafuente, su productor) un Himalaya de millones, pues se coloca a la socialista de carné Conchi Cascajosa al frente de RTVE y se retuerce el reglamento interno de contratación para dar cumplimiento a «lo que diga Sánchez». Que hay que subir la moral demoscópica de la tropa, pues se habla con el militante socialista Tezanos y «lo que diga Sánchez», aunque para ello, barómetro a barómetro, haya que arrastrar o hacer fosfatina el prestigio del instituto encuestador de Estado. Que hay que darle baño y masaje a las canonjías que les ha prometido a los separatistas a cambio de su apoyo en el Congreso, pues se habla con Pumpido y «lo que diga Sánchez». Que hay que tomar Indra llenando su consejo de administración de militantes y exdirigentes socialistas (Sebastián, Moscoso y Cuevas), pues «lo que diga Sánchez». Que hay que controlar hasta el Hipódromo, pues se pone allí a una jefa de prensa de Ferraz, y «lo que diga Sánchez». Y así en la Fiscalía, en el Consejo de Estado, en la Agencia Efe, en el Tribunal de Cuentas, en Correos, en Renfe, en Red Eléctrica, en Navantia... «Lo que diga Sánchez» y no se hable más, a no ser que se trate de la amnistía y el referéndum, que entonces es «lo que diga Puigdemont».

Así las cosas, ahora que está al frente de RTVE la mencionada Cascajosa (un 'talento' televisivo que quedó en el puesto 85 de los 95 en el concurso de méritos celebrado en el Congreso), es una lástima que se haya acabado 'El mejor de la historia', el fracasado programa conducido por la intrépida presentadora del medio millón largo de euros bienal, porque en la final serían capaces de plantear a la audiencia (la poquísima que aguantaba aquel tostón) que había que elegir entre Pedro Sánchez... o Pedro Sánchez con el fin de dilucidar quién es el español más eminente de todos los tiempos. Ya se proclamó desde RTVE: «¿Eres un icono, presi. Te queremos!».