Suscribete a
ABC Premium

Casa de fieras 

Pantallocracia

Ya no se redacta: se responde. No se elige la palabra exacta: se copia la que llega al móvil. No se dice: se comparte.

'Chateaux Relais Sotó Royale'

Cuando el filete eres tú

Alfonso J. Ussía

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay un gesto, mitad tic nervioso, mitad superstición contemporánea, que se repite a diario millones de veces en todos los rincones del mundo: meter la mano en el bolsillo, tantear el rectángulo caliente, y respirar aliviado. El teléfono está ahí. Como si su ausencia ... fuese la de un pulmón, o peor, la de uno mismo. No crean que esto es un problema de adolescentes acomplejados pegados a Tiktok, atrapados en un bucle de vídeos absurdos que prometen felicidad instantánea. Es también el ejecutivo que revisa correos a medianoche, la madre que se pierde el primer paso de su hijo por responder un mensaje, o el anciano que, desorientado, intenta entender por qué su nieto prefiere un 'like' a una conversación. Las pantallas nos han vendido la ilusión de la inmediatez, pero nos han cobrado con creces: nuestra atención, nuestra paciencia y nuestra humanidad.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia