casa de fieras
La mesa de los mayores
Cuando nos demos cuenta de todo lo que se está cociendo, ya será demasiado tarde
Quedarse callado
Madrid es una fiesta
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Iniciar sesiónAnda todo revuelto. Resulta que Se Acabó La Fiesta, se ha llevado ochocientos mil votos sin que nadie supiera cómo. También novecientos mil lereles por eso de la cuota. Antes que los alborotadores del 15M se hicieran señoros, hubo mucho poder mediático que les ... aupó por distintos motivos. Unos querían debilitar al PSOE, otros rentabilizar el espacio que terminaba con el bipartidismo; otros, simplemente, les hacía gracia esa cara de escrache con la que se paseaban de casa en casa de los dirigentes del Partido Popular. El caso es que 10 años después, Alvise ha obtenido en las elecciones europeas más votos que los niños mimados de las cloacas. Pero ese apoyo popular que han obtenido los de SALF, se ha gestado desde las redes sociales y las plataformas que anuncian hamburguesas y métodos para forrarse haciendo abdominales. Mientras, las portadas y los columnistas seguían arrimados a la vaca lechera cuando los jóvenes mamaban de otra teta. Ni siquiera el tabernero de Lavapiés lo ha visto venir porque está como González cuando ya sólo atendía a sus bonsáis, o tratando que la parienta se pire a Bruselas y le deje seguir a lo suyo. Los medios se empeñan en creerse que todavía manejan la opinión pública porque todo sale del mismo sitio: de unos elefantes que siguen urdiendo sus cábalas entre mantel y mantel. Pero lo que no han visto venir es que los jóvenes no comulgan con esa forma de hacer política, y lo que fue una acampada en Sol que acabó convirtiéndose en todo lo que detestaban(mos), es hoy un pantalón pesquero con flequillo y tardeo en Las Ventas. Alvise es un petardo. Pero un petardo producto de este manoseo de las Instituciones al que se han apuntado también los morados. Es, nada más y nada menos, que lo mismo que fueron ellos pero de derechas. Y hace gracia a los jóvenes. Lo que desconoce el sevillano es que los zurdos se arrimaron a la buena mesa también. Y que por eso se quedaron en la fiesta. Grita, pero no muerdas. Señala, pero no toques. Tu manual de resistencia para sentarte a la mesa de los mayores. A la derecha de siempre le da más repelús que al otro bando, porque no saben cómo sacarle miga al asunto de las redes. Se acuña en las redacciones el término peyorativo de «agitador político», pero se vuelven a olvidar de cuando auparon a los «agitadores políticos» que fundaron Podemos y sus inevitables escisiones, y de los que solo quedan sus propiedades y un buen vestuario.
Lo que está claro es que unas elecciones europeas tienen estas cosas que admite la democracia y nuestro espíritu de barra. Recuerden a Ruiz-Mateos y su lista paritaria que no llevaba hombres, o el Gil, que llegó para quedarse en Sureña usando la misma puerta de entrada por la que no saldría nunca del todo. Europa es lo que tiene. Y las redes sociales ni les cuento. Luego te asomas a la calle y la cosa está mucho más tranquila. Quizá, cuando nos demos cuenta de todo lo que se está cociendo, ya será demasiado tarde.
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