'La Frontera' de pone barreras en TVE

'La Frontera' nos invita al País Vasco de 1987. Un grupo disidente de la banda terrorista ETA planea atentar en París. Para evitarlo, un guardia civil, interpretado por Javier Rey, se las ingenia para que las autoridades francesas colaboren con las españolas y terminar así con ese santuario de protección que era el suelo galo. La serie, dirigida por María Pulido y Yolanda Centeno, producida por Par Producciones, bajo el guion de David Zurdo y Luis Marías, tiene la desgracia de estar bien hecha, no sólo en la forma sino también en el fondo, pues ha contado con asesores que han conocido de primera mano la verdad de lo que fue todo aquello. Y claro, en estos tiempos que corren, contar la verdad es una insensatez, una osadía y una pérdida de tiempo.

Que la verdad no arruine una buena historia es una frase atribuida a Mark Twain. Pero también es la hoja de ruta que marcaron, hace muchos años, los que se comprometieron con ETA para que la memoria de nuestro país olvidara el amonal, los tiros en la nuca, los féretros blancos, el jabón derretido en la piel, las bombas lapa, los secuestros, la coacción, las dianas, los chivatazos, los titulares de Merche, las amenazas, el impuesto revolucionario, el exilio de decenas de miles de personas de su tierra, y todo aquello. A cambio, se quitaron las barreras para homenajear asesinos, se eliminaron de los libros de historia la barbarie, se potenció la mentira victimista y se facilitaron las cosas para que la historia pudiera ser interpretada en vez de contrastada. Según Covite, el año pasado se celebraron en el País Vasco 466 homenajes a etarras condenados por delitos de sangre. Todos ellos cometidos en democracia, por supuesto, aunque el fantasma de Franco sea el mejor argumento para enmascarar la mentira de los indeseables que confunden al personal para seguir siendo miserables.

Decía Leonard Cohen que «hay una grieta en cada cosa. Así es como entra la luz» Desgraciadamente, con el tema de ETA, buena parte de nuestra sociedad, prensa incluida, prefiere seguir a oscuras, llamando facha a media España, mientras 'los hombres de paz', que fueron los hijos de puta de la banda terrorista y sus aliados, van por ahí dando lecciones de derechos sociales y demás mamonadas, cuando todavía tienen pólvora seca en sus manos. Si no hay pasta y decencia, el relato de los asesinos seguirá siendo una mentira contada en los libros de texto.

Por cierto, para ver 'La Frontera' utilicen Prime Vídeo. La ha coproducido y tiene la ventaja de ser una empresa privada, es decir, un animalito inmune al contacto y manoseo de los maleantes.