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casa de fieras

Le decíamos Bruce

Se ha marchado como hacen las personas que no quieren dar la lata: de repente, sin avisos y sólo. Como si fuera todavía joven

Un tipo normal

Una tarde en Las Ventas

Rogelio Folgueras
Alfonso J. Ussía

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Quiero pedir perdón a mis lectores, por abusar de su confianza en un asunto de pena propia. Pero creo que la vida es todo eso que nos duele y en ese daño somos todos iguales. Cuando alguien nos deja y tiene proyección pública, los periódicos se engalanan de obituarios que detallan vidas y trayectorias ... . Ignacio Basa Maldonado era, sin embargo, enemigo de la notoriedad pero esclavo de su generosidad. Se ha marchado como hacen las personas que no quieren dar la lata: de repente, sin avisos y sólo. Como si fuera todavía joven. No nos ha dado tiempo para lamentarnos ni predecirlo. Pero no había otra forma porque detestaba vivir mal. Su vida se limitaba a tres cosas: su familia, sus amigos y el campo. Y el tanatorio estaba abarrotado de tristezas. Las de su familia, las de sus amigos, y las de cientos de personas que aprendieron en él, tradición y natura.

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