lente de aumento
El odio es vuestro negocio
Detrás del «no pasarán» con el que justifican la vuelta de la 'kale borroka' sólo hay mercantilismo de urna
Feijoó, de la aldea a la ceguera
Ábalos era un truhán conocido por su señor
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Iniciar sesiónNo digas que es legítima defensa. No seas cobarde, ni tan miserablemente consciente de tu inconsciencia, de tu mercantilismo moral, de ese top manta ético con el que disfrazáis las peores pulsiones. Alimentáis un odio que otros –mejores que vosotros– enterraron con sudor, miedo, responsabilidad e ilusión ... , y que hoy vosotros resucitáis por un repugnante interés. No, detrás de vuestros grandilocuentes «no pasarán», nada hay de sueños ni quimeras, solo negocio, un puñetero negocio. Hay que seguir, en el machito y si para mantener el tenderete hay que agitar el árbol, pues se agita. Si toca aplaudir la presunta épica de unos niñatos encapuchados, sobrados de testosterona y faltos de neuronas, se aplaude a mano abierta porque son «de los nuestros», os repetís como estomagante coartada. Seguís, cansinos, cacareando que cuando patean a un periodista es que están frenando al fascismo, ese que llegará a lomos de vuestro torticero interés.
Habéis creado una hidra que nuestros padres y abuelos derrotaron, para exprimir hoy su bilis en nombre de un frentismo de saldo. Ambrosía para vuestros gaznates sedientos de poltrona. Repugna ver a vuestros jenízaros televisivos haciendo malabares dialécticos, el «ya, pero» de siempre, la maldita equidistancia de quita y pon. Lo mismo que a vuestros politólogos de guardia, aclarando mientras enturbian, explicando lo inexplicable con ese paternalismo viscoso de quien confunde comprensión con justificación. Al ministro preocupado únicamente con que no le llamemos 'kale borroka', como si los que llevamos décadas pateando Calderería, Jarauta o la Txantrea no conociéramos el paño navarro y el vasco. Sí, Marlaska, ayer, hoy y siempre lo ocurrido en el campus de la Universidad de Navarra es 'borrokismo'.
Da asco, sí, pero también miedo. Porque no es que no aprendáis del peor pasado, es que no queréis. Hay demasiado parné en juego. Y cuando la jauría aberzale patea, ladra, lanza botellas o cruza contenedores, siempre hay quien explica que «les han provocado». ¿Les suena? Pues claro que sí. Es la misma cantinela de siempre: el mismo odio, el mismo disfraz, el mismo negocio y solo una misma certeza: que esta vez no estarán aislados por una mayoría sino utilizados por aquellos que tendrían que despreciarlos. Ver a vedettes del pseudoanálisis político justificar las 'hazañas' de estos patanes, hacerlo a cargo del erario público, es tan indignante como desolador.
Mañana, no queda tanto, cuando la cosa llegue a más, dirán que es culpa de la derecha, como los asesinatos etarras lo fueron del estado español, colonialista y opresor. Es la misma estrategia, con idéntica dialéctica, un peldaño en el ascenso hacia el cadalso ético y moral de una sociedad que no se planta, fuera de ideologías, ante la purria de mercaderes de urnas que ven en prender fuego una oportunidad de lucrarse con las cenizas de los que fuimos.
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