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Gabriel Albiac

El rey y los poderes

No hubo retóricas ni ambigüedades. Es la virtud más alta que cabe atribuir a un monarca parlamentario: la fuerza simbólica

Gabriel Albiac

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Escribí aquí el lunes que el golpe de Estado habría triunfado si en el curso de ese día no se procedía a hacer caer la justicia sobre los caudillos de la sedición en Cataluña . Y si citaba al teniente Trapero en ... primer lugar, es porque sobre un mando armado recae el mayor peso en el cumplimiento de la leyes. Por esta constancia escueta: en sus manos pone la ciudadanía el oficio de las armas. Que pueden ser usadas para salvar la vida de los ciudadanos o para destruirla. Y lo único que distingue un uso del otro es el atenimiento literal a lo que las leyes dictan . Sin atadura implacable a la ley, un cuerpo armado se trueca en una partida de gentes que poseen arbitrio para tirar o no de su armamento. No existe –no existe– un peligro mayor para una sociedad libre. Que el responsable máximo de desobedecer las órdenes ejecutivas y judiciales dictadas a la policía autónoma catalana siguiera impune y al mando de su tropa, era el síntoma de un vacío de poder en Cataluña . Y la constatación de la germinal puesta en marcha de un ejército privado al servicio de los golpistas.

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