Tiempo recobrado
El último atardecer del mundo
Todo es fugaz y perecedero y las vacaciones de verano sirven para abrirnos los ojos al implacable transcurso del tiempo
Hace un par de tardes, el cielo adquirió un violento color rojo mientras el sol se ponía por el océano en Baiona. Daba la impresión de que algún demiurgo se había tomado el trabajo de arrojar ríos de sangre sobre las nubes. Parecía el fin ...
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