Suscribete a
ABC Premium

Editorial ABC

Torra, un incendiario sin cura

Nadie en el separatismo cree ya a Torra, y sus exabruptos, envueltos en una falsa emotividad, solo ocultan una enorme cobardía moral

ABC

El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, se ha convertido en una caricatura de sí mismo y aunque su discurso desafiante va perdiendo adeptos cada vez que abre la boca, no deja de ser un presidente autonómico que acató la Constitución. Por eso es muy ... grave que se jacte públicamente de retar al Estado de Derecho, desobedecer a los tribunales y amenazar de nuevo con forzar una declaración de independencia de Cataluña. No por cansino, su discurso incendiario y amenazante deja de ser relevante. Una cosa es que el separatismo y sus distintas facciones hayan empezado a tomarse a broma a Torra, e incluso a darlo por amortizado, y otra bien distinta es que el resto de españoles minimicen su concepto prevaricador y obsesivamente identitario de la política. Ayer Torra dijo que si el Tribunal Supremo condena a los cabecillas del golpe de Estado del 1-O, hoy en prisión, «no aceptaremos esa sentencia y actuaremos en consecuencia». «Un veredicto condenatorio -añadió- implicará trazar en firme el camino hasta alcanzar la independencia». El de Torra ayer fue el anuncio de una conducta de rebeldía preventiva, una amenaza en toda regla al Estado de Derecho, y el avance de otra ilegalidad flagrante para tensionar a España entera. No cabe mayor soberbia y mayor deslealtad al Estado que le sigue pagando el sueldo de presidente de la Generalitat sin que adopte una sola medida para mejorar la vida de los catalanes.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia