Un preso político
Los jueces no son ajenos a fallar instintivamente, a racionalizar en sus providencias sus afinidades o antipatías. Sufren, como todos, de sesgos cognitivos que nublan su racionalidad
La majestad de la justicia es la consecuencia de la majestad de los jueces, y ellos no son infalibles. La psicología conductual ha probado que los jueces no son ajenos a fallar instintivamente, a racionalizar en sus providencias sus afinidades o antipatías. Sufren, como todos, ...
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