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Hermann Tertsch

El temerario alcalde de Tubinga

Atacar a Merkel por dividir a Alemania tiene su precio

Hermann Tertsch

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El alcalde de la venerable ciudad universitaria de Tubinga es un miembro del partido de Los Verdes. Pronto podría ser un nazi. No, no se asusten. No es que vaya a ganar ningún partido nazi las elecciones en aquella bella ciudad suaba. Entre otras cosas ... porque, al contrario que en España, los partidos enemigos de la Constitución no pueden concurrir allí a las elecciones. También porque, al contrario que en España, el cargo público electo que no jure expresamente la Constitución con la fórmula textual establecida , nunca accedería al cargo. Allí no permitirían payasadas de juramentos mezclados con amenazas como se aceptan en España. Tampoco será porque el muy razonable alcalde, Boris Palmer, se convierta a esa ideología criminal. Lo que sí ha sucedido es que Palmer se ha atrevido a escribir un libro en el que cuenta muchas realidades de la Alemania actual que permanecen ocultas porque los medios y los políticos así lo prefieren. Y arremete en el libro contra quien él considera principal responsable de un grave deterioro de la seguridad, cohesión, bienestar y confianza en el futuro de los alemanes. Ese alguien es Angela Merkel . Atacar a la canciller es posible, faltaría más, por eso se trata aún de un país con cierta libertad de expresión. Por mucho que la nueva ley de control de las redes sociales del ministro de Justicia, Heiko Maas, haya sido ya adoptada por Vladímir Putin y Aleksandr Lukashenko como modelo para sus respectivas dictaduras con elecciones en Rusia y Bielorrusia. Por mucho que los alemanes tengan hoy probablemente más miedo que nunca desde 1945 a dar su opinión real.

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