Suscribete a
ABC Premium

La Tercera

¿Fin de la socialdemocracia?

«Los expertos en política escandinava advierten que los partidos socialdemócratas “están girando hacia el centro para defenderse de la extrema derecha que avanza”. ¿Hacia el centro? Diría más bien hacia Salvini. Mientras en España, Iglesias pide un giro a la izquierda. Y es que aquí, en vez de ir hacia delante, vamos hacia atrás»

José María Carrascal

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El socialismo real, disfraz del comunismo, acabó con el desplome del Muro de Berlín, que dejó al descubierto la tiranía y la miseria en aquel «paraíso del proletariado», otro de sus disfraces. Lo que no impide que resurja bajo las máscaras más diversas en los ... lugares más remotos, arruinando países ricos (véase Venezuela), e incluso se vende en España. Y se compra. Pero ésa es otra historia. La que hoy quiero contarles es la del socialismo democrático, la socialdemocracia, feliz conjunción de libertad, justicia y prosperidad, que desde hace medio siglo ha prevalecido en Occidente hasta el punto de que los conservadores adoptaron buena parte de sus fórmulas para poder gobernar. De un tiempo a esta parte, sin embargo, la socialdemocracia ha iniciado un declive acelerado que no sólo le aparta del poder, sino que amenaza su existencia. ¿A qué se debe? Pues a lo mismo: a que no le salen las cuentas, a que el paraíso que prometía el «Estado de bienestar» se está convirtiendo en «Estado de malestar», a que no es posible trabajar cada vez menos, ganar cada vez más, cobertura social desde la cuna a la sepultura, educación gratis y pensiones más altas por la sencilla razón de que hay unos gigantes asiáticos -no sólo China, sino también India, Corea del Sur, Taiwán y otros tigres- que fabrican tan bien como nosotros mucho más barato. La gran crisis de 2008, que expuso la bancarrota en que vivían la mayoría de los países europeos, significó el fin del sueño socialdemócrata y la necesidad de hacer dolorosos reajustes si queríamos por lo menos vivir decorosamente, pero no al tren de antes. Lo malo es que a lo bueno se acostumbra uno rápido, pero a lo malo cuesta, si es que se acostumbra. La clase media se ha vuelto proletariado. O ido a Asia. Les paso la situación de la socialdemócrata en los países de nuestro entorno:

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia