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Sin papeles

Sobrevivir es un acto de lo más sospechoso. Vean el caso de los veinticinco negros, perdón, quise decir subsaharianos, rescatados por un buque de carga en alta mar. Han llegado a tierra firme después de navegar varios días a la deriva. Los más débiles fueron ... muriendo y, cuando la patera empezó a hacer agua, se hizo necesario soltar lastre: como no había botellas ni fiambreras, dejaron caer los cadáveres por la borda. En la fosa común del Atlántico estarán los excedentes del festín de los tiburones. Los arqueólogos del futuro buscarán en esos huesos la explicación a unas exequias tan despreocupadas, impropias de una civilización sofisticada como la nuestra.

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