Suscribete a
ABC Premium

Todo irá bien

La vergüenza

Habéis destrozado Barcelona volviéndola provinciana, fea y antipática

Salvador Sostres

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lo que está haciendo el independentismo con la familia de Canet es lo mismo que le ha hecho al catalán desde la recuperación de la democracia. Los insultos y los desprecios que la Generalitat y los maestros están tolerando e incluso promoviendo son exactamente los ... mismos con que han arrasado la lamentable escuela pública catalana. Cuando todo lo que te queda es el odio, y el odio a un niño, y el odio a un idioma, es que el amor no te ha ido bien. Es que no has defendido con honor, ni con cuidado, lo que se suponía que amabas. Es que has sido un mediocre, un cobarde. Si tú crees que tu lengua es importante y sientes como una amenaza que tus hijos estudien también otra es que has sido derrotado. Pero no derrotado por ‘el enemigo’ sino por tu propio desdén, por tu falta de agallas y de dignidad. El catalán se enseña mal, muy mal en los colegios públicos y las lecturas obligatorias son un drama. Cataluña es un país que ha acabado leyendo a Pilar Rahola. Todo se derrumba en el círculo viciado de la folclórica pequeñez catalana y luego el odio es el espantajo. El odio irracional contra un niño o contra un idioma, el odio de los vencidos que no tienen ni la hombría de admitir su derrota; y de vosotros ya sólo quedan estos restos amargos. Ahí está vuestra idea de ternura y de libertad. Ahí está lo que pensábais hacer con vuestro Estado. Se rompió el espejo supremacista, y de vuestra última actuación no se puede caer más bajo. Esto es lo que sois. Este hatajo de resentidos y de ignorantes, de rabiosos con cada vez mayores problemas de adaptación al mundo civilizado. Habéis destrozado Cataluña, habéis rebajado el catalán a aullido aldeano promocionando -siempre con dinero público- a espantosos escritores de adhesión incondicional y ninguna calidad. Habéis destrozado Barcelona volviéndola provinciana, fea y antipática. Ir a por un niño es lo último que os faltaba y será el merecido retrato de vuestra caída miserable; pero lo que le estáis haciendo a él no es nada que, con la misma maldad, no os hubiérais hecho a vosotros mismos mucho antes.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia