¿Sabrá el Gobierno rectificar?
El Gobierno actual decidió apostar por razones nunca explicadas por una nueva ley del aborto que radicaliza hasta límites incomprensibles los males de la vigente actualmente: la desprotección jurídica del nasciturus y el abandono de la mujer embarazada.
En la elaboración del proyecto, el Gobierno ... ha desoído todas las voces ajenas a la lógica abortista, ha despreciado los datos de la ciencia sobre el origen de la vida humana hasta la absurda expresión de la ministra Aído sobre el comienzo de la vida humana a los tres meses de embarazo y ha despreciado la doctrina constitucional sobre el estatuto jurídico del que va a nacer.
En definitiva, el Gobierno ha elaborado un proyecto de ley sobre el aborto negándose a analizar los bienes en juego: ni ha querido reconocer al no nacido como el ser humano que es, ni ha querido analizar la dramática situación de la mujer que aborta.
Parece que el Gobierno ha propuesto la nueva ley teniendo en cuenta sólo los intereses económicos y de garantía jurídica de los empresarios del aborto jaleados por un grupo minoritario de viejo feminismo pasado de moda que no entiende que el aborto es una solución machista al problema que la legislación abortista le crea a la mujer al dejarla sola y desamparada ante el inmenso trauma de abortar.
El 17-O la sociedad española en multitudinaria manifestación ha expresado otra forma de ver las cosas. Millones de personas han dicho en la calle un «basta ya» al aborto y han reclamado una sociedad comprometida con la defensa del derecho a la vida y solidaria con la embarazada para que tenga alternativas frente a la tentación o la coacción al aborto.
¿Será capaz el Gobierno de reflexionar y rectificar, retirando el proyecto de ley del aborto?
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