Soberbia

Martha Nussbaum ha publicado 'Ciudadelas de la soberbia' (Paidós). Son zonas de privilegio masculino que hay que destruir. Dice también que algunas feministas de las de ahora deberían ver lo inadecuado de esa especie de caza de brujas sobre feministas discrepantes. Las transexcluyentes, las 'terf', leprosería donde ha caído hasta Amelia Valcárcel. Ayer, el llamado Gobierno progresista aprobó la 'ley trans'. Pero lo peor no son esas feministas de las de ahora, sino hombres jóvenes normalmente homosexuales, los más misóginos y beligerantes contra discrepantes de la ley.

El tema central del libro es la cosificación y el abuso sexual, pero también «el vicio de la soberbia, que es la tendencia de muchos individuos a considerarse por encima de los demás y a tratar a las otras personas como si no importaran realmente, negándoles su plena autonomía y no escuchando sus voces». Y «la dominación sexualizada de las mujeres por parte de los varones… es una forma específica de dominación por soberbia, que es diferente de la dominación racial por soberbia y de otras variadas maneras en que la soberbia se manifiesta en este mundo nuestro, tan lleno de vicios».

Vienen con esa soberbia mayúscula jovencitos que desprecian a J.K. Rowling, Valcárcel, Lucía Etxebarria y, ahora, hasta a Jedet… A la intérprete de La Veneno en la serie de los Javis se le ha ocurrido decir que «existen las mujeres y las mujeres trans». A su interlocutora: «Tú no sabrás nunca las cosas por las que yo he pasado, como mirarme a un espejo y echarme a llorar porque veía una barba. En algunas cosas hay que luchar de la mano y en otras cada una tiene una lucha». Y ella tampoco sabe lo que es crecer como mujer. Pues ya saben, es 'terf', pese a ser transexual. Cita Nussbaum a Yeats: «Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad». Me voy a sacar pelos de los desagües.