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Horizonte

Cuando te traiciona el subconsciente

Buscan traspasar elementos al patrimonio del Estado en lo que sería una desamortización de bienes afectos a la Corona

Ramón Pérez-Maura

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«María Llanos Castellanos Garijo será la nueva presidenta de Patrimonio Nacional del Estado». Exactamente así rezaba el titular de la nota de Prensa distribuida el pasado lunes por la secretaría de Estado de Comunicación, dependiente de la Presidencia del Gobierno. Por supuesto que puede ... deberse al casi analfabetismo funcional que caracteriza a los miembros de este Gobierno. En España tenemos dos «patrimonios» diferentes. El Patrimonio Nacional es el que administra todos los bienes afectos a la Corona. Ahí están todos los palacios y sus contenidos que emplea la Familia Real, además de otros bienes colaterales, como una serie de monasterios de fundación regia, así como la Basílica del Valle de los Caídos, objetivo predilecto del Gobierno. Y por otro lado está el patrimonio del Estado, que no tiene nada que ver y se rige con unas normas sustancialmente diferentes. En el patrimonio del Estado se incluye desde el Palacio de la Moncloa hasta las motos de la Guardia Civil que ve uno por las carreteras de España. Es posible que en la Secretaría de Estado de Comunicación no haya alguien lo suficientemente cualificado como para conocer la diferencia entre una cosa y otra. Pero yo creo que sí lo saben. Que Moncloa puede aducir ahora que se ha tratado de un error, pero en realidad no hay tal. Porque el supuesto error demuestra la intención que hay tras la sustitución de Pérez de Armiñán por Castellanos Garijo.

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