Suscribete a
ABC Premium

Perdigones de plata

El viejo Clint

Mientras en la oxidada Europa una porción de la ciudadanía prefiere optar por la paguita de sopa boba, míster Eastwood sólo aspira a seguir currando

Ramón Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Entre aquellos críticos ochenteros primaba la miopía. La movida les pilló con el pie todavía anclado a la guitarra de los cantautores algo pelmas. Rara vez se jugaron el cráneo bajo la porra de un gris y por eso contra Franco vivían mejor. Sus elucubraciones ... de barra de bar, al menos, tenían cierto sentido y se dedicaban a impartir justicia cultureta. Acaso esclavizados por su resentimiento, pues se creían destinados a levantar grandes cumbres artísticas, distorsionaron su paladar. A Clint Eastwood lo catalogaron rápido de ‘facha’ cuando el término no estaba tan desgastado y aquello suponía un blasón de infamia.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia