Frustración
A los docentes les despojaron de cualquier jirón teñido de prestigio; les arrebataron el poder que manaba de la tarima
Gasta párpados alicaídos y paquirrinescos. Cuando aprobó las oposiciones, hace casi tres décadas, su mirada proyectaba el fulgor de la ilusión. Aquel brillo se disipó y hoy anda quemada con la docencia. Se lo curró fetén en sus comienzos. A los chavales les enchufaba canciones ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete