Perdigones de plata
Deme un abrazo
Sospechábamos que los jipis casi se habían extinguido, como el lince, pero no
Resucitan fantasmas que suponíamos hibernaban en algún museo de cera. Los jipis retornaron a lo grande instalando un Campamento de la Felicidad en la campiña riojana. Disponían de fogata, guitarrones, pífanos, marmitas, restos momificados de un tripi de Woodstock y una fe inquebrantable hacia el ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete