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Presunción de inocencia, adiós

Woody Allen ya está acabado, no hace falta sentencia judicial

Luis Ventoso

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En una de las películas de Woody Allen , no recuerdo en cuál, pues rueda una al año, el protagonista está sopesando suicidarse. Pero de repente ve en la tele una añeja película de los hermanos Marx , que le dibuja una sonrisa ... en la cara y lo ata a la vida. Para muchos aficionados al cine, la obra de Allen, pese a sus altibajos, aporta similares efectos terapéuticos. Personalmente me gustan todas sus películas, incluso las malas (y me estoy acordando de aquel truño titulado « Vicky Cristina Barcelona» , o de cuando pretende plagiar a Bergman y le sale un bostezo). Siempre hay alguna pepita de oro... ¡y cuándo acierta de pleno! Ahí estarán para siempre « Manhattan », o en su vertiente dramática, ese mecanismo de alta relojería sobre el trepismo y el adulterio llamado « Match Point ».

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