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La tercera

¡A la cola!

«Quienes se saltan la cola yendo al extranjero a vacunarse no aumentan la escasez en España, sino que la disminuyen y contribuyen de su bolsillo a la salud de nuestro país. Dados los retrasos del monopolio público, debería permitírseles acudir a la competencia privada sin necesidad de viajar. Sería para muchos un ejercicio de prudencia. Y al huir, sin daño para nadie, de la manía reguladora de quienes nos gobiernan, también defienden nuestras libertades»

Pedro Schwartz

El Gobierno de España ha impuesto un método de distribución de las vacunas contra el virus Covid-19 aparentemente equitativo pero que atenta contra la libertad y la salud de los españoles. So capa de que las vacunas se distribuyen gratuitamente, se ha prohibido su ... compra por personas individuales, así como la vacunación en hospitales privados y farmacias. Quienes buscan evitar esa prohibición y se vacunan en el extranjero, cual las dos hermanas del Rey, son acusados de insolidaridad, como si estuvieran reduciendo el suministro de vacunas de sus compatriotas o estuviesen gastando el dinero de nuestros impuestos. El orden de prelación para vacunarse es el determinado por la autoridad estatal, que así disimula su incapacidad para adquirir a tiempo las dosis necesarias. Hay grandes colectivos necesitados de protección por su edad u ocupación que han sufrido y aún sufren una larga y peligrosa espera. ¿Por qué este monopolio público? En suma, el Gobierno aprovecha la pandemia para invadir nuestras libertades y aparentar que en el Estado está nuestra única salvación. Es mejor morir iguales que vivir libres.

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