Un paso importante para Soria

En el verano de 1950, en la UIMP, uno de los grandes economistas contemporáneos, Eucken, nos enseñó para siempre que el progreso de un país exigía que las fuerzas del mercado actuasen de modo implacable. Debía buscarse siempre aquello que las impulsase. Pero, agregó, que eso no quería decir que todo y solo debía actuar el mercado. Porque, subrayó, existen bienes, paisajes, perspectivas, que son de todos, y que por eso, deben mantenerse para todos. Recuerdo que dijo -y lo repito muchas veces a mis alumnos que «Si fuese muy rentable en un solar cercano a la catedral de Colonia situar una fábrica de cemento, muy próspera, pero que alterase las perspectivas y la limpieza de este edificio, el sector público tendría que prohibirlo». Eso, cabalmente, es lo que se hace ahora con esta sentencia, con el aditamento de que no se dificulta el progreso soriano al existir el Polígono Industrial de Valcorba. Aparte del mantenimiento pleno, con sus consecuencias económicas, del ámbito favorable al turismo de todo este conjunto de maravillas y de recuerdos históricos.

Realmente esta sentencia, en línea pues con los mandatos de la famosa Escuela de Friburgo de Economía, bien merece un elogio, y también el que Amalio y Luis María de de Marichalar, reaccionando cómo, sin duda, hubiera hecho su progenitor, aquel «joven turco» del Partido Conservador que fue el vizconde de Eza, hayan puesto en marcha este recurso contencioso administrativo.