Manual de la dictadura china para Hong Kong

Por supuesto, dicha Ley fue aprobada por Pekín sin pasar por el Parlamento local y su contenido solo se conoció hasta su promulgación la noche del 30 de junio: penas de entre tres y diez años de prisión y hasta cadena perpetua para los delitos de subversión, secesión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras. Las autoridades prometían que solo iba a afectar a los «alborotadores» y «terroristas» que llevan un año quemando la ciudad en la revuelta por la democracia. Pero pocos se han escapado desde entonces por la amplitud de sus cargos.

Primero fueron descalificados doce candidatos de la oposición demócrata a las elecciones legislativas de septiembre, entre ellos el político más popular de Hong Kong, el joven y combativo Joshua Wong. Luego, con el pretexto del coronavirus, fueron aplazados un año dichos comicios, los primeros en los que partían con ventaja los partidos que reclaman sufragio universal para elegir al jefe del Gobierno local, seleccionado ahora por un comité afín a Pekín. A continuación fueron detenidos cuatro estudiantes de entre 16 y 22 años por un mensaje en internet a favor de la independencia, que cae en el delito de secesión.

Durante el último mes, de las bibliotecas de Hong Kong han desaparecido los libros de los líderes del movimiento democrático. Uno de ellos, el profesor de Derecho Benny Tai, organizador de la primera «Revuelta de los Paraguas» en 2014, ha sido despedido de su universidad. Y ayer, tras acallar a la oposición, le tocó el turno al periódico más crítico con el régimen, «Apple Daily», cuyo dueño, Jimmy Lai, fue detenido junto a sus directivos y otros activistas como Anges Chow. Los cargos, colusión con fuerzas extranjeras y fraude, son también de manual. De manual de dictadura china.