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EDITORIAL ABC

El odio de ETA no ha dado tregua

Es fundamental que los partidos constitucionalistas cierren filas para arrancar de la sociedad el germen totalitario que en su día plantó ETA

Acaban de cumplirse cinco años desde que ETA anunció el cese de su actividad, que no su disolución ni la imprescindible entrega de armas, pero la terrible lacra del terrorismo no solo ha dejado tras de sí un numeroso reguero de víctimas y un ingente ... sufrimiento colectivo, sino que también ha dado en herencia una despreciable cultura de odio, rencor e inquina, cuyo veneno es necesario extirpar mediante la cooperación y el compromiso de quienes defienden la libertad y la democracia. La salvaje agresión que sufrieron la semana pasada dos guardias civiles y sus parejas en la localidad navarra de Alsasua a manos de un grupo de radicales pertenecientes a la izquierda abertzale es un fiel reflejo de ese odio a todo lo que suene a España que, bajo el delirio utópico de construir Euskal Herria, todavía anida con fuerza en parte de la sociedad vasca y navarra, e incluso de forma mayoritaria en algunos pueblos y ciudades de ambas regiones.

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