RENGLONES TORCIDOS
El opio del pueblo
«Llámenme aguafiestas, harán bien, pero esta calma chicha ante el desastre económico que está a la vuelta de la esquina me recuerda al silencio que acompaña a la retirada del mar antes de que se desencadene un tsunami»
Hace unos años se emitía una cuña radiofónica que reproducía la conversación entre una agente de turismo y un hombre deseoso de disfrutar sus vacaciones de verano. El presupuesto estaba ya sobre la mesa.
¿Qué destino desea?
¡Bora Bora!
¿Y qué tal ...
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