Apadrina un camarero español
El Gobierno, incapaz de atajar su precariedad, invitará a inmigrantes a ver si no les molesta trabajar así
Cuando en nuestro chat de amigas el debate gira en torno al ligoteo siempre recalcamos un par de reglas innegociables. Una de ellas dice algo así como -me van a entender- «si trata mal al camarero, ni agua». Advertía Plutarco al arrancar las biografías de ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete