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Vidas ejemplares

Solo sé que no sé nada

«No sabemos», la coletilla de nuestro referente contra el virus

Luis Ventoso

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Es una duda clásica, que se repite en el mundo empresarial, el de la ciencia y el de la creatividad artística: ¿Qué es preferible: un borde que sea un soberbio profesional o alguien encantador que al final resulte un mediocre y apenas aporte? Lo ideal ... sería combinar los dos valores positivos, porque se puede ser un genio y al tiempo una buena persona y de talante agradable. Pero si no se puede tener todo, casi mejor un cabroncete de aportación sobresaliente, tipo Steve Jobs, a un cordialísimo incompetente (aunque lo peor de todo es cuando se combina maldad con medianía, algo bastante recurrente).

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