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Vidas ejemplares

Así se borra la historia

El PSOE recuerda el asesinato de Lluch evitando la palabra ETA

Luis Ventoso

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Teresa Cunillera es una veterana política del PSC, de 69 años, que ya era diputada a los 31 y llegó en su día a vicepresidenta del Congreso. Hoy ocupa el cargo de delegada del Gobierno en Cataluña, puesto desde el que se ha declarado partidaria ... de indultar a los presos del golpe sedicioso. Cunillera ha publicado en ABC un cariñoso artículo de homenaje a su compañero Ernest Lluch, un valioso político e intelectual socialista al que ETA mató a tiros el 21 de noviembre de 2000. El texto arrancaba así: «Hace 20 años que Ernest Lluch fue asesinado por el odio al llegar a su casa. Le dispararon cuando salía del coche con sus apuntes en la mano...». Ese arranque me llamó la atención: «asesinado por el odio», «le dispararon». Todo sin referir un autor concreto. ¿Quién lo mataría? ¿La mafia calabresa? ¿El IRA? ¿Los yihadistas? Y es que la autora se cuida de no citar ni una vez a la banda terrorista que perpetró el atentado. Pero no, señora Cunillera, a Ernest no lo mató un odio en abstracto. Lo mató el odio de ETA, banda terrorista que asesinaba a ciudadanos españoles de toda clase y condición -excepto a los de credo separatista- con el objetivo de rendir a España para que concediese la independencia al País Vasco. Lluch, como tantos otros, cada uno desde su legítima órbita ideológica, murió porque defendía una España libre y unida, en su caso desde un catalanismo integrador e incluso abogando por el diálogo con el mundo etarra (lo que solo le sirvió para que un sicario de la banda le volase la cabeza con dos disparos a bocajarro en el garaje de su casa de Barcelona).

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