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Vidas ejemplares

«Bond... James Bond»

La increíble historia del lechero que llegó a reinar

Luis Ventoso

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El novelista Ian Fleming, liquidado a los 56 por el tabaco y el morapio, era un londinense patricio y tirando a snob, hijo de un diputado tory y nieto del fundador de un banco escocés. En 1962, los productores Broccoli se hicieron con sus novelas ... de James Bond para el cine. Figuras como Cary Grant o Richard Burton declinaron el papel, un tanto tontolaba, de 007. Así que acabaron apostando por un actor novato, aunque ya de 32 años, un escocés guapo, alto, fuerte y peludo: Sean Connery. A Fleming casi se le cae el cigarrillo Morland de la boquilla: «No es mi visión. Yo pensaba en el Comandante Bond, no en un extra grandullón». Acabarían congeniando.

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