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Vidas ejemplares

¡Ánimo, Boris!

Imposible no simpatizar con el personaje, aunque no te gusten sus políticas

Luis Ventoso

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Hay personas que sometidas al escrutinio de la razón, o a una evaluación moral rigurosa, no pasan la prueba del algodón. Sin embargo no puedes evitar simpatizar con ellas. En literatura, el símbolo de esa dicotomía es Sir John Falstaff, personaje shakesperiano más grande que ... la vida. Sir John es pícaro, borrachín, carnal, trolero, sablista... Pero también un cauce por donde se desbordan el vitalismo y la alegría, un humorista genialoide, un campeón de la amistad y la farra. Falstaff nos hace suyos porque encarna el más alto de los ideales del ser humano: a su modo, es libre. El noble truhán enlaza además con la idealizada «Merry England» que tanto añoraba Chesterton, una Inglaterra medieval despreocupada y jovial, fascinada con lo casual y lo incongruente.

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