Vidas ejemplares
En el 15-M gobernaba... Zapatero
El paro juvenil era del 47% y había firmado el mayor recorte de la historia
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Diez años del 15-M. Manifas y acampadas de protesta por toda España, con epicentro en Sol, a cargo de los que se hacían llamar ‘los indignados’. En aquel mayo madrileño bajé varias veces a la plaza, por curiosidad y por dar un garbeo. Se ... ofrecía un espectáculo entretenido. Había toques surrealistas, como los carteles de «los peces también sufren»; y hasta psicodélicos, como cuando vi pasar entre las tiendas a un clon del mago Gandalf acompañado de una geisha japonesa. Pero lo que allí había mayormente era chavalada universitaria, muchos de ellos hijos de buenas familias de clase media. Con una sonrisa entre indulgente y divertida, padres y madres de cómoda burguesía y voto pepero me contaban por entonces en cenas amicales que «nuestros niños están en lo de Sol, ya sabes...». A los que no vi en la amable feria de las Quechua fue a los que por entonces estaban realmente jodidos, los padres de familia en paro con varios hijos al cargo, arrollados por un carrusel de ERE tras la crisis de 2008. Conceptualmente todo resultaba difuso, muy de la subcultura de la queja que distingue a la que los anglosajones llaman ‘Generación Copo de Nieve’. Pedían cosas elementales, en absoluto novedosas, como «el desarrollo, bienestar y felicidad de las personas». La mayoría de las proclamas no diferían demasiado de las que pudiesen haber escrito los padres de la Revolución Americana, los ilustrados de tres siglos atrás. El lema era «¡Democracia real ya!». Despreciaban el bipartidismo y cuestionaban nuestra democracia, porque no mandaban ellos (al parecer la voz del resto de los españoles, los que votaban libremente y por millones a los odiosos partidos del ‘sistema’, no era respetable).
La aceleración digital provoca una memoria de pez. Así que los pocos hitos que perduran en el recuerdo suelen amoldarse a una narrativa única y doctrinaria, eso que los pendantuelos llamamos ‘el relato’. Si hiciésemos hoy una encuesta callejera y preguntásemos de qué iba el 15-M, la mayoría nos dirían que fue una gran protesta contra los recortes de la derecha neocón. El ‘relato’ suele soslayar que cuando los ‘indignados’ okupan Sol quien nos gobernaba era el epítome del progresismo, Zapatero, que incluso había establecido un -infame- ‘cordón sanitario’ para proscribir a la derecha. Se suele omitir que el 12 de mayo de 2011, solo cuatro días antes de la toma de Sol, Zapatero firmó el mayor recorte de nuestra historia (con el ‘sí’ de un tal Sánchez, diputado). Se suele pasar por alto que habían subido las tasas universitarias. O que en febrero, presionado por Estados Unidos, Zapatero había aprobado una ‘ley Sinde’ para acabar con la endémica piratería digital (con el consiguiente enojo de los jóvenes piratas). Por cierto: el paro era del 20,7% y el juvenil, del 47%.
Seis meses después de la heroica lucha de los ‘indignados’ ganó las elecciones un tal Mariano, conservador y de Pontevedra. Y por mayoría absoluta. Tres años después nacería Podemos, financiado en los peores pesebres del orbe, que esta semana se ha cortado la coleta. ¿Balance? Inestabilidad y gas.
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