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Montecassino

Las Juntas de Defensa de la España buena

No se equivoquen de enemigo los defensores del constitucionalismo frente al sanchismo

Hermann Tertsch

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Existe una España buena. Ayer, en ese degradado pozo negro de miseria antiintelectual, mezquindad ruin y zafiedad totalitaria que es la Universidad en Barcelona, la representaba Cayetana Álvarez de Toledo, que acudía con la pretensión de hablar de una opción política de paz, libertad y ... bienestar. No pudo hacerlo. Porque existe también una España sórdida, encanallada, violenta y extremista. Que es la representada por la jauría de jóvenes intoxicados y enfermos de odio ideológico que intentaron agredirla. La España siniestra que odia a España no es menos española que la otra. De que exista esta España de odio y rencor tiene gran culpa la otra, la que ha permitido que creciera, malcriado en la permanente tolerancia del abuso y le ha permitido crecer en la fanática creencia de sus mentiras, porque no hubo nadie con valor, lealtad y gallardía para defender la verdad y enseñar a respetarla.

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