Sala de máquinas
Trump no era el camino
Mucha buena gente, con tal de hacer algo contra las corrientes totalizadoras de la izquierda, se agarró al clavo ardiendo de Donald Trump como reacción y fortín. A la defensiva. Pero dos peligros demostraron pronto que lo de Trump no fue una buena idea. La ... primera, los intereses propios, las relaciones con Europa, con España, con nuestro entorno, con el legado compartido. Necesitamos al Estados Unidos de sus mejores épocas, al líder cívico de la posguerra, también el de los años de Reagan, el país grande y generoso que tanto hizo por la prosperidad del mundo, por nosotros. Con alta probabilidad, Biden tampoco nos devolverá esa América tan benéfica, y habrá que ayudar a recuperarla, con Biden o después de Biden. Pero Trump, además, no respetaba las reglas básicas de la democracia, la división de poderes, el papel de la prensa. Prefería jugar al populismo caudillista, ajeno a la visión de los padres fundadores y a la tradición republicana. Baste su bochornoso colofón boicoteando el resultado electoral.
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