Sala de máquinas
Opaco Sánchez
Tal cual, Opaco Sánchez. No hay más ni el presidente del Gobierno va a cambiar. Como en otros asuntos cruciales, no se siente concernido por la obligación de dar explicaciones. Entró en Moncloa, quedó fascinado por el oropel del cargo y se instaló a su ... manera en el absolutismo monárquico. Absolutista de mentalidad y monarca metafórico. O aspiracional. Opaco Sánchez se ve a sí mismo como ‘Yo, el Rey’. Pero a la antigua usanza, del tiempo preconstitucional, por eso se niega a informar de los 127 asesores nombrados a dedo que tiene repartidos por España, con la misma magnanimidad que sus 22 ministerios o los casi 550 altos cargos. Se niega a informar por la misma razón que ocultó la identidad de los expertos, sus viajes en Falcon y las vacaciones gratis total para la pandilla en las residencias del Estado. En efecto, esa razón no es otra que su santa y absoluta voluntad. Opaco Sánchez esconde todo lo que le incomoda y sólo enseña la propaganda, ahí si es transparente.